martes, 11 de octubre de 2016

El día que se me puso agria la cosa



El día que se me puso agria la cosa

Hola a todos espero me recuerden. Bueno igual me vuelvo a presentar pues… Soy Kevin Betancur de Medellín Colombia, hace tiempo visite el sitio y me decidí a publicar algunas experiencias reales que me han pasado en lo que llevo de mi adolescencia, etapa en la cual nuestros padres no nos comprenden o mejor dicho nosotros no los entendemos a ellos. Bueno a partir de mis trece hasta el momento he recibido bastantes cantaletas, restricciones de todo tipo; Y hartas pelas (tundas, palizas o muendas) cuando la embarro feo. Es decir mis papás me traen cortico la mayor parte del tiempo.  Soy el menor;  solo somos  dos  Natalia y yo.  Mi mamá se llama Laura y es rola ósea de Bogotá;  la capital de Colombia, pero lleva mucho tiempo viviendo en Medallo y sabe cómo hablar a lo paisa. Mi  padre  es  de  Pereira se llama Andrés, es bastante tradicional y pues es como terco pues, como dice él, mi abuelo lo educo a punta de fuete (Acá le llamamos así a lo que puede ser correa, vara o lo que sea que utilicen mis padres para golpear mi bien portada retaguardia) y  él quiere hacer lo mismo conmigo según él me he puesto alzao´, (irrespetuoso)  desobediente, malcriado etc. y  cree  que  unos  fuetazos  a  tiempo  no le hacen mal a nadie, aunque a mi parecer sí. Juepucha!!! Como me duele el sentadero después de una buena.  Hasta me hace pensar dos veces antes de volver a hacer  lo  que  me  da  la gana, aunque solo dura mientras me siento incomodo apenas pasa vuelvo a ser  pues  el mismo de siempre. Mi padre es rebacan  y se preocupa mucho por nosotros, pero cuando se enoja es mejor abrirse del parche porque ni la ley del niño lo salva a uno de una buena fuetera (tanda de azotes) Mi mamita es muy dulce, pero cuando tiene que poner mano dura conmigo no se lo piensa, así pues yo la obedezco en todo y trato de no enojarla porque si no va por el rejo y no hay carreta que la convenza cuando se le mete en la cabeza aplicar disciplina. Pero no vayan a pensar que siempre me está fuetiando eso solo ocurre cuando las cosas no me salen como espero. Como la historia que voy a contar a continuación.
Bueno resulta que yo había decidido salir con unos parceros de la cuadra: Carlos, Camilo, Juan y un chico de Manizales llamado Pablo,  íbamos a ir a una discoteca, con dos chicos mayores que habían falsificado nuestras cédulas, para hacernos pasar por mayores de edad, yo ya tenía todo planeado para hacer creer a mis padres que sería en casa de los primos de Camilo quienes eran mayores de edad y estaban a solo dos horas de mi casa,  mi madre ya lo sabía;  le había comentado el día anterior y me había dicho que le dijera a papá de una, pero  yo  lo  postergue  para el día de mi salida.
Era un viernes lo recuerdo perfectamente catorce años con cinco meses, con muchas ganas de enfarrarme me estaba vistiendo mientras bailaba y cantaba una canción:
Dime porque tan solita a quien esperas 
Dime lo que necesitas y sin miedo te lo daré 
Dime porque no te explicas calma mi ansiedad 
Dime porque tan bonita y sin nadie que te acompañe
Bueno mientras cantaba mi mamá se acerco y dijo:
Vea papito de donde saco esa canción ¿y para donde va tan bonito pues?, preguntó ella.
Mami ya te dije voy para la fiesta del primo de Camilo que cumple 18 años hoy,  y  la canción es  de  la iglesia, respondí.
De la iglesia,  que  raro  no  la  había  escuchado  antes  ¿Ya le informo a su papá mijo?
Ya le voy a decir, apenas vengan por mi le informo, contesté.
Bueno papito y se cuida mucho por allá, no me vaya a llegar tarde.  Y se porta bien en esa casa, no sea que esa señora se enoje y luego no lo reciban más. Ah,  y  a  primera hora aquí mañana, habló mi madre seriamente
Mamita vos no te preocupés estaré bien y… (Se oyeron los pitos de un carro) Me voy ya vienen por mí, dije y salí en bombas (es decir rápido) hacia la puerta de la sala obviando la presencia de mi papá que se encontraba en pleno  sofá  de brazos cruzados y con una mirada de pocos amigos, yo que intentaba  abrir  la reja  que estaba cerrada con seguro, voltee a ver a mi padre y este me respondió sin dejarme siquiera articular palabra.
¿Creo  que  no  necesitás  esto  para  abrir  la  reja  cierto?, preguntó con ironía, enseñándome el manojo de llaves.
¡Sí! Dámelas, que me están esperando afuera, se lo pedí subiendo un poco el tono, pues estaba desesperado afuera estaban los chicos gritando Kevin, Kevin apuráte.
¿Así? No me digás ¿Y a vos quien te dio permiso para salir a estas horas de la noche?
Vos mismo, ya te iba a pedir permiso, pero se me olvidó en la tarde, pero que importa eso. Te lo pido ahora y dame las llaves que me tengo que ir, dije inconscientemente, vi que mi padre respiro hondo, cerró los ojos y  conto hasta diez, luego dijo:
Vos no irás a ninguna parte, vos te quitás toda esa ropa, te acomdás el pelo, te ponés la piyama y  te metés a la pieza a dormir. Mañana tendremos una conversación sobre lo sucedido hoy, dijo papá.
Se lo dije Kevin debió informar con tiempo, dijo mamá apareciendo de pronto.
Mamá  si  yo  le  dije, bueno iba a eso, pero igual  él no puede cancelarme todo solo porque se le da la gana, lo último lo dije casi gritando.
Kevin baje el tono. No va y punto, dijo tajante mientras abría la  reja  y  salía  a despedir  a mis amigos, solo escuchar cuando les dijo que estaba castigado, me enojo tanto que empecé a maldecir en voz alta y a patear los sillones, mi papá que venía entrando a la sala, me cogió del brazo, se quitó la alpargata, me dio vueltica, y allí mismo  me aplicó alrededor de siete zapatazos bien fuertes, como advertencia enfrente de mamá. Nuevamente me mando a mi habitación, pero yo ni caso estaba que echaba chispitas como se atrevía a hacerme algo así, aún no lo entiendo y le dije.
¿Vos porque hiciste eso?
¿Hacer qué?
Cancelar mi fiesta, amargarme la vida ¡Porque!, volví a gritar y golpee el piso con ambos pies.
Kevin no sea malcriado, intervino mi mamá.
Su mamá tiene razón, deje de enrabietarse por nada. En primer lugar no se con quien usted va, tampoco aviso,  espero hasta el último momento para venir a decir que iba a esa fiesta. A mí se me informa con quién, dónde y cómo va a ir. Le he dicho miles de veces que no se manda solo. Usted no sale de acá sin mi autorización. Así que eche para la pieza y duérmase ya que van a ser las 12:00.
Yo ya le había dicho a mamá, le dije que yo te decía a vos después. Dejáme ir por favor, rogué.
Kevin mijo su papá ya le dijo que no, será en otra ocasión.
¡NO, YO QUIERO IR AHORA! NO DESPUÉS,  ES MI VIDA, ES LO QUE YO QUIERO. NO LO QUE USTEDES DICEN.
QUE NO, VOS NO ENTENDÉS QUE ES NO, NO EMPECÉS A PONERTE CANSÓN.
¡CANSÓN SOS VOS! TODO NO SIEMPRE NO. ME TENÉS JARTO. SIEMPRE JODIENDO TODO, ¡MIERDA!,  insulte y me fui corriendo a mi habitación y tire la puerta, me eche en la cama y comencé a llorar de la rabia aventando cosas,  patee y golpee las almohadas que allí habían. Estaba en completa ira. Cuando me canse de estar en mi pieza regrese a la sala donde aún estaba papá  ahora solo, pues mamá se había ido a su cama a dormir supongo (me hizo pensar que no quería tener que ver en la discusión) Entonces empecé a reclamarle  y a decir más groserías pasándome de atrevido le dije que mi iría a la fiesta de todas maneras, mi padre fue a su pieza y en menos de 3 minutos ya estaba de vuelta en la sala con un recipiente mediano lleno de agua y en la mano derecha  cargaba un fuete de tres tiras de cuero, lo metió en el recipiente con agua y me dijo:
Escuchá y grabáte en esa cabecita lo que te voy a decir Kevin Jahir:
Salí si querés, pero cuando entrés por esa puerta sea la hora que sea, el día que sea y la edad que tengás. Juró que te voy a dar la peor pela de tu vida con esto que puse ahorita allí ¿Me copiás?, preguntó señalando el  látigo aquel que de solo verlo me daba culillo (miedo)
¿Me copiás? ¿He sido claro jovencito?
Si.
¿Si qué?
Si YA ENTENDI. ¡Andáte a la mierda! ¿SABÉS QUE? ¡ME IMPORTA UN CULO LO QUE DIGÁS!,  Volví a salirme de control, papá cansado  de  mis  constantes faltas de respeto, hizo  lo  que  había tratado de evitar en un principio,  me tomo por la oreja, la apretó bien fuerte, mientras tomaba asiento y teniéndome de  pie,  me empezó a desabrochar los pantalones yo me enoje mucho y empecé a pelear para que no lo hiciera, pero me manejo bien y de un tirón me los bajo con los calzoncillos y me puso a ver el suelo;  otra vez en la misma vergonzosa posición, se saco la correa y sin previo aviso empezó a repartir azotes magistralmente. Me hizo chillar con los cinco primeros, no sé cuantos me dio esta vez ni tiempo de contarlos tuve, pero ave María, fueron bastantes, me dio tandas de arriba abajo, luego al centro y en medio de la raja que divide el trasero. Cómo picaba y dolía, y encima me cantaleteaba. Paró por un momento y yo intente levantarme, pero me detuvo.
Quietico allí que no he terminado, anunció dejando la correa y tomo la alpargata y me dio otra buena tanda.
Se va a dejar de estar de malcriado  ZAS,  ZAS, ZAS, Cuando lo mando a dormir ZAS, ZAS, ZAS, es a dormir, ZAS, ZAS, ZAS, obedezca cuando yo le doy órdenes ZAS, ZAS, ZAS,  mientras viva en esta casa ZAS, ZAS, ZAS  hace lo que yo digo y punto ZAS, ZAS, ZAS. ¡A mí no me contesta en esos términos culicagado! ZAS, ZAS, ZAS, aprenda a respetar ZAS, ZAS, ZAS,  a sus mayores ZAS, ZAS, ZAS  Tan alzado que se ha puesto ZAS, ZAS, ZAS,  pero como así siga, ZAS, ZAS, ZAS, esto es lo que le espera me ¿oyó? ZAS, ZAS, ZAS, y no me importa la edad que tenga ZAS, ZAS, ZAS,  soy su papá y así tenga 14, 18, 30 o 50 me ZAS, ZAS, ZAS, debe respeto. ZAS, ZAS, ZAS, ¿Entendió? ZAS, ZAS, ZAS. (Me daba tres azotes pausados pero certeros yo apretaba bien las nalgas, pero que duro lo sentía y él lo sabía, no había mes que no me calentaran al menos dos veces con la alpargata, intente tirarla a la basura, no llegaron a recoger ese día y mi padre se entero y no pues… ya les contaré como me fue aquella vez)
Papá lo siento, está bien ¡Ya entendí, ya entendí! Me portaré bien, pero  suélteme  me está matando (grite pataleando y berreando en el regazo de mi padre y un par de groserías se me escaparon, papá no tolera ese lenguaje; me terminó de sacar toda la ropa que estaba enredada en mis tobillos, me levantó y de la oreja me condujo al baño mientras me daba más palmadas en la cola que ya estaba como un tomate. En el baño me hizo lo que le hacen a los nenes chiquitos pues. Me metió un pedazo de jabón de barra en la boca y me lo hizo sostener por 10 minutos. No pues… el man es un extremista con las cosas. Luego me dejo enjuagar la boca y me empujo hasta el cuarto allá dentro me tomo por la cintura y me dio cinco fuertes nalgadas (con la mano)  dos a ambos lados y una al centro, me acostó boca debajo de todas maneras y cerró la puerta, pase varias veces la mano alrededor de mi culo para aliviarlo un poco. Me llevaba el mismo p… de la rabia me había ganado tremenda pela de la manera más pendeja. Bueno me dormí rápidamente amaneció me bañe, me vestí y me puse a desayunar aun molesto mi padre me miro y me dijo.
Cambiá vos esa cara de caballo pues, dijo mi padre.
No tengo más caras, así que le toca mamarse esta.
¡Vea este culicagado tan contestón! Kevin veni una cosita… Parece que vos estás muy cómodo en ese asiento ¿cierto?, (preguntó con sarcasmo al verme moverme constantemente en la silla) Creo que si seguís de alzado  vas a tener que pegarte un almohadón a las nalgas lo que quede del año.
Yo no he dicho nada y ya usted me pego, si lo hace de nuevo sería maltrato y soy capaz de acusarlo y sabe que ya perdí el apetito, dije y me retire a  mi habitación por 30 minutos, después regresé a la sala. Pasaron las horas y yo seguía con la misma mala actitud, contestón, de mal humor y con rabia porque no me dejaron ir a rumbear. Mi madre y Natalia mi hermana mayor salieron. Solo estábamos papá y yo, yo me puse a ver tele y a leer unas revistas de carros que habían regadas en el sillón. Mi padre intento hablarme de buenas maneras varias veces, pero yo lo ignoraba, llego la hora del almuerzo y él preparo la comida una bandeja paisa muy rica (nuestro plato típico en Antioquia) pero yo por orgullo me negué a comer, no probaría su comida estaba con una rabia de las verracas.
Kevin mijo no querés comida. Si  a vos te gusta mucho  la bandeja paisa. Vení comé.
No. No quiero nada. Dejáme en paz, respondí.
Así que el niño no quiere, pues retiramos y listo no hay problema, dijo mi padre mientras se llevaba la comida, yo muerto del hambre, pero ni por el p… iba a ceder. Quería darle una lección a papá.
Kevin  vos  no  cenás en la noche tampoco.
¿Por qué no?
Porque ese es mi castigo y vos sabés bien mis razones.
Pues me importa esto tu comida Andrés; respondí de forma grosera mostrándole el dedo del medio, nada más hacer eso ya me estaba arrepintiendo; a mi progenitor se les desfiguró la cara, ahora si me mataba, quería abrirme del parche en aquellos instantes pero las piernas no me respondían, estaba paralizado por completo, papá me cogió del brazo y me llevo a la cocina, con un rápido movimiento me bajo la ropa y cogió el fuete (látigo de los tres cueros que tenía en remojo y que ahora se encontraba en la cocina en el mismo recipiente) húmedo, inclinó un poco mi cuerpo y así de pie me dio una pela de padre y señor mío. Ay Juemadre como me dolieron aquellos fuetazos, yo me movía, daba respingos, metías ambas manos, y rogaba que parará  pero fue en vano papá me volvía a poner en la misma posición. Hay me dejo la piel de las nalgas al rojo vivo, no me dio muchos como el día anterior ni fue necesario con unos cuantos tendría para hacerme reflexionar, además ya tenía el trasero adolorido por la primera tunda, lo que hizo que llorará como marica para que negar, pero se me bajaron los humos y por unos meses estuve derechito. Al finalizar mi papá me consoló como hace siempre.
Ya pues no llorés más mijo ya paso.
Si… pero… papá me duele mucho…, dije hecho una magdalena sobándome como loco.
¡Si, lo sé!  Bueno ya sabes mocoso respetá.  Mi paciencia tiene un límite y vos te pasaste, dijo mientras me abrazaba yo aún estaba gimoteando.
Kevin mijo vea lo que le pasa por grosero pues.
¡Papá lo siento! ¿Es cierto que no hay cena para mí? tengo mucha hambre.
Si ve,  tenía hambre y  ¿Por qué no comió?  Vio lo que se gana por andar de malcriado.
Eh  Ave María,  pues. La culpa la tenés vos por no dejarme ir a la fiesta.
¿Cual fiesta mijo?
Hágase el mari… me contuve, si decía esa frase me iban a dejar sin sentadero.
¿Qué dijo?
No pues nada papito.
Bueno ya sabe mijo juicioso.
Disculpas. Prometo que seré bueno a partir de ahora, dije. 
Eso espero mijo sino pues ya sabés, dijo.
En la tarde llego mamá con Natalia y la primera  preguntó que había pasado y pues me echó una cantaleta cuando le dije que papá me había dado dos muendas bien dadas, me reprendió y me dijo que mejor me portará bien para que no volviera a pasar, pasé acostado boca abajo en el sillón del sofá, sentarme ni pensarlo. A veces con los calzoncillos y cuando no los llevaba puestos me quedaba en mi pieza. Demoró un buen par de semanas aclarar la piel del trasero. Papá como siempre me curaba en las noches como dos veces por semana eso si veía que me portaba bien. Estuve bien juiciosito por varios meses. Todos los días que pasaba por la sala veía el fuetico aquel en remojo en la mesa y me hacía pensar mucho no quería que volvieran a dar de nuevo con eso. Me toco dura, pero aunque aún no entienda a papá en cierta forma es mi papá y le debo respeto aunque a veces por causa de mi boquita, me pasan estas vainas.

Por ahí les cuento más anécdotas.

Saludos a todos.

7 comentarios:

  1. Ayy Kevin no me mal interpretes por decir que me hiciste reir mucho.. (ojo que no me burlo del mal ajeno) es que me encanto la historia por el uso de las palabras, muchas conocidas porque al ser vecinos (Vzla)me fue muy simpatica tu redacción.

    El pobre por mal hablado la que se llevo Upsss... :)

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  2. Jaja oye no pude ver tu redacción está en blanco u.u pero te he leído varías veces la primera vez fue hace 2 años leí cuando te ganaste una buena páliza de tu madre esa vez me reí de lo grosero que fuiste jaja lo siento eso te quería decir jaja oye y no has vuelto a tener ganas de hacer una de las tuyas después de aquella paliza? Jaja ya debes estar grande ahora tienes 18 oye quisiera saber más de ti donde puedo encontrar más de tus relatos?

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    1. Hola! Sólo tienes q seleccionar el texto y te aparece; )

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  3. Morí de risa Kevin! Tu no aprendes! Jaja

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    1. Jaja y leíste el peor de los peores castigos que tuvo de parte de su madre? Ese día se pasó de grosero jaja

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. MI MADRASTRA es MUY ESTRICTA PERO CUANDO TIENE que PONER MANO DURA CONMIGO no se lo PIENSA ME LLEVA AL PATIO ME PONE DE RODILLAS MOJA SUS MANOS Y ME AGARRA A CACHETADAS CON TODAS SUS FUERZAS PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF PLAFFFFFFFFFFFFF

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